Londres, 31 de octubre de 2016
La paz es el tema de actualidad para todos nosotros. Como colombiana, estoy a la expectativa de lo que sucederá, pero con la firme convicción de que saldremos mejor parados que antes del día del plebiscito.
En estas semanas, Colombia ha sido tomada por la ciudadanía, presionando para que no continuemos con más años de negociaciones y, lo más importante, para no continuar con esta guerra. La diáspora colombiana no se ha quedado atrás y también ha salido a las calles como muestra de apoyo a las movilizaciones en Colombia, trabajando en red con Colombia y otros países y tal vez, uniéndonos como antes no había sucedido.
Es así como nuestro papel como diáspora vuelve a ser relevante y no sólo en cuanto a la participación dentro del actual proceso de paz, si no en todos los espacios que nos unan con nuestro país. En este sentido, retornando a nuestra realidad como migrantes no podemos pasar por alto que aún no se ha constituido la Mesa Nacional para las Migraciones y que es un tema importante para nuestra participación e incidencia en la política pública de Colombia.
El movimiento de personas hacia otras zonas es tan antiguo como la historia humana. La migración puede ser interna, del campo a la ciudad, o externa generalmente a grandes ciudades de otros países. Según Naciones Unidas, se estima que a nivel mundial hay 232 millones de migrantes internacionales.
Alrededor del 50% de los migrantes internacionales residen en diez países altamente urbanizados y de ingresos altos, como: Australia, Canadá, Estados Unidos de América, Alemania, España, Francia, el Reino Unido, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y la Federación Rusa. La tendencia en este movimiento a las ciudades es cada vez más significativa. Según datos del informe realizado por la OIM, en el año 2014 más del 54% del total de los habitantes del planeta ya viven en zonas urbanas.
Esta movilidad permite que conectemos las comunidades dentro y fuera de las fronteras, aportando nuestros conocimientos, nuestras costumbres culturales, nuestro trabajo bien sea cualificado o no cualificado, nuestros recursos económicos y de apoyo, nuestras habilidades transferibles, etc.
El censo del DANE en el año 2005 indicó que el número de colombianos/as en el exterior era de 3.378.345. En el 2012, el Ministerio de Relaciones Exteriores estimó que la cifra era de 4.700.000. Sin embargo para el Banco Mundial, el número total de emigrantes colombianos/as en el exterior para el 2012, era de 2.122.100.
Desde el 2008 un gran número de colombianos/as residentes en países de Europa y en Estados Unidos han regresado al país. La crisis económica mundial que ha afectado a los principales países de destino de los migrantes colombianos/as y el aumento de restricciones en materia migratoria podrían ser las causas, según la Organización Internacional para las Migraciones (2012).
A día de hoy no contamos con una cifra exacta de las personas que residimos fuera del país y cuáles son nuestros principales países de destino. Es un problema generalizado en muchos países donde no se invierte en realizar censos periódicos, por tanto la información suele estar desactualizada. Esta falta de datos reales imposibilita tomar medidas adecuadas tanto en nuestros países de origen como de acogida.
Sin embargo, sin la existencia de este censo y sin una caracterización de la población en el exterior, por primera vez se ha incluido a los/las colombianos/as en el exterior en el Plan Nacional de Desarrollo 2014 -2018. La Ley 1753 de 2015 (Plan Nacional de Desarrollo) en su artículo 4 indica que para consolidar los pilares de Paz, Equidad y Educación se incorporarán estrategias transversales que cobijarán a la población colombiana residente en el exterior. Estas estrategias son: Competitividad e infraestructura estratégicas, movilidad social, transformación del campo, seguridad, justicia y democracia para la construcción de paz, buen gobierno y crecimiento verde.
Aun cuando es una buena noticia, no es posible determinar a priori qué tan efectiva puede ser esta inclusión en el plan de desarrollo 2014-2018 si no se contó con la información previa para diseñarlo conforme a nuestras necesidades y situaciones, asignando un presupuesto acorde a ellas, como quedó evidenciado en el debate de control político del pasado 25 de octubre. La disparidad de datos sobre el número de colombianos/as en el exterior impide desarrollar una verdadera política pública migratoria.
@ClaudiaRMoreno
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